sábado, 28 de noviembre de 2009
domingo, 22 de noviembre de 2009
Este es el nombre que elegimos para la muestra de fin de año del taller de expresión fotográfica que realizamos en la escuela Cacique Pelayo, de Fontana, Chaco.
Las fotos estarán acompañadas por textos provenientes de otra convocatoria; esta vez dirigida a poetas, cuentistas, novelistas, piropeadores, y todos aquellos que quisieron expresarse y dialogar inspirados en las imágenes.
Con esta propuesta esperamos demostrar nuestro agradecimiento a aquellos que acompañaron el proceso en cada uno de sus niveles.
¡Los esperamos!
martes, 13 de octubre de 2009
Otro tipo de libertad
Escribo esto para que Rocío pueda leérselos. Como toda lectura, necesita intervención, sino, ¿para que sirve leer en voz alta?
“No se trata sólo de conocer la preexistencia de los pueblos indígenas, como dice
Supongamos que somos once enviados a cubrir la guerra de Angola a mediados de 1975. Todos tenemos anotadores y lapicera, cámara de foto. Pero no todos somos Kapuscinski. Por eso, importa dónde se posa el ojo, y no con qué.
La crónica es un género íntimo. Quizá otro tipo de libertad es cuando uno cuenta su historia; uno tiene herramientas y puede prescindir de opinadores, de interpretadores.
Quienes habitan el Cacique Pelayo existen hace mucho, y lo cuentan sin dramatismo. Como en la poesía del poeta Matsuo Basho, japonés y vagabundo, en estas fotos sólo ocurre la vida: un caballo, árboles, unos perros, un río, una sonrisa, oscurece, una sombra. Eso es suficiente.
¿para qué sirve una foto panorámica?
I
o flotar sobre el rechazo del tiempo,
y el abrazo es posible a orillas del sueño,
es decir,
sentarse en el polvo es esperanza y rebelión,
y lo que importa amanece en la quietud,
como pájaro que canta y baila,
en los colores del viento.
II
Son quizás, las sombras de tu sol,
cuando el mundo es ancho, y nuevo,
y el instante es apenas un firmamento,
algo rojo, algo ajeno,
y de tus manos crecen frutas,
insospechadas,
dulces y eternas,
como la tarde lenta.
III
El verde que camina hacia el árbol,
es lo inesperado, siempre,
como la mirada de la infancia,
la madre y su vientre bueno,
pariendo cielos para que sea lluvia,
para que broten pájaros, y silencios,
de esta tierra, que aún palpita.
Nelson Pérez, Buenos Aires